¿Qué es el Manejo integrado de plagas (MIP)?
Es la utilización de todos los recursos necesarios, por medio de procedimientos para minimizar los peligros ocasionados por la presencia de plagas, para lo que se utilizan métodos antes de la siembra, durante y posterior al ciclo del cultivo con la finalidad de tener un buen control.
Cultural: son medidas de manejo,
tradicionales o no, que pueden ser preventivas o intervencionistas. La manera
de actuar es haciendo inaceptable la planta para la plaga, adecuando el
establecimiento de la planta de estación o espacio o haciendo que el cultivo
sea peligroso para la plaga por los tamaños poblacionales de enemigos
naturales. En esta categoría se encuentran, por ejemplo, la rotación de
cultivos, los cultivos intercalados, los cultivos trampa, el uso de plantas y/o
semillas certificadas, la siembra y cultivo en época adecuada, el manejo de
riego y fertilización apropiados, etc.
El Manejo Integrado de Plagas (MIP) tiene
por objetivo mantener a las poblaciones plaga bajo el nivel de daño económico,
protegiendo la salud humana y el medio ambiente, para lo cual utiliza todas las
herramientas de control disponibles para el control de plagas.
M Manejo Hacer control, tomar decisiones
de control racional de plagas que
prevengan el daño económico al cultivo.
prevengan el daño económico al cultivo.
I Integrado Combinar diferentes técnicas para entender y
combatir las plagas.
P Plagas Cualquier organismo vivo que puede causar daño
a un cultivo (insectos,
malezas, bacterias, hongos, virus, roedores, aves)
malezas, bacterias, hongos, virus, roedores, aves)
Existen
tres pasos que se deben tener en cuenta: prevención, observación e
intervención:
a) PREVENCIÓN:
Limitar o prevenir las plagas, manejando el
cultivo de manera de aumentar las poblaciones de enemigos naturales,
disminuyendo los sitios o nichos de distintas plagas y/o disminuyendo alimento
para las plagas.
Para romper el ciclo de la plaga algunas
herramientas a usar son: rotación de cultivos, variedades resistentes de
plagas, buena sanidad, remoción de plagas y hospederos, manejo de restos de
cosecha, rastrojos y semillas. También existen métodos espaciales, de secuencia
y de control de material de plantación o siembra.
Métodos
espaciales:
como, por ejemplo, usar varios patrones de cultivos, espaciamiento de plantas,
cultivos intercalados, cultivos en hileras, uso de cultivo trampa o
intercalados con otros, manejo del hábitat.
Métodos
secuenciales:
como, por ejemplo, rotación de cultivos, cultivos múltiples, cultivos entre
otros o bajo otro.
Control de
material de plantación/siembra: como, por ejemplo, la resistencia de planta hospedera, uso de
semillas y plantas libres de enfermedades, diversidad genética del cultivo,
fertilización y riego apropiado, etc.
b) OBSERVACIÓN
El objetivo de este aspecto de la
protección de los cultivos es el de determinar qué medida tomar y cuándo
tomarla.
Monitoreo del
cultivo:
La inspección de los cultivos a intervalos
regulares es un aspecto clave. Hay que averiguar cómo crecen los cultivos, las
malezas, insectos y enfermedades que están apareciendo, para llegar a una
decisión en cuanto al uso de fertilizantes, control de malezas, de insectos y
enfermedades y finalmente la fecha en que la cosecha debe empezar.
También hay que evaluar los enemigos
naturales, ya que su presencia puede permitir que se minimice el uso de
productos fito-sanitarios. Se debe contar el número de plagas presentes y,
frente a umbrales conocidos y el número de enemigos naturales presentes en el
cultivo, se puede llegar a una decisión en cuanto a las acciones apropiadas.
Sistemas de apoyo
de las decisiones:
A fin de ayudar a los agricultores a tomar
decisiones en cuanto a la incidencia de plagas en sus campos o predios, se
hacen investigaciones para determinar en qué punto deben ser realizadas ciertas
acciones. Por ejemplo: cuando la población de un insecto dañino llega a un
nivel determinado en las plantas cultivadas, podría ser recomendado el
tratamiento con un insecticida. Tal recomendación se haría de acuerdo a la fase
de crecimiento del cultivo y la presencia de insectos benéficos.
Asimismo, es posible que asesores de
organismos públicos u otros tengan programas de previsión para dar consejos a
los agricultores acerca del momento de emprender actividades de control de las
plagas.
Manejo regional:
Para permitir el control eficaz de ciertas
plagas, es posible que haya que tomar medidas de control de gran envergadura,
sobre todo cuando se trata de plagas muy móviles. En estos casos, probablemente
todos los agricultores en una localidad determinada deban realizar las acciones
apropiadas. Habitualmente tal acción coordinada sería organizada por organismos
públicos. Por ejemplo, el manejo de mosca de la fruta.
c) INTERVENCIÓN
El objeto de las medidas de intervención
directa es reducir las poblaciones de plagas a niveles económicamente
aceptables. Los tipos de control son:
Químico: con sustancias orgánicas e
inorgánicas. Pueden ser sintéticas, organismos o derivados de organismos
(biopesticidas, feromonas, aleloquímicos, reguladores de crecimiento de
insectos) o provenientes de recursos naturales (inorgánicos).
Biológico: la intervención biológica
utiliza a organismos predadores, parasitoides o patógenos de plagas. Estos
pueden ser introducidos directamente.
Físico: los manejos físicos pueden
alterar las características físicas del ambiente para manejar las poblaciones
plaga. Entre estos figuran, por ejemplo, la destrucción de residuos de cosecha,
el laboreo del suelo apropiado, las barreras físicas como invernaderos y mallas,
la solarización, el manejo del nivel de humedad del suelo para manejar algunas
plagas, etc.
Genético: control a través de manejo de
genes, cromosomas y sistemas reproductivos de cultivos, plagas y poblaciones
benéficas. Ejemplos: resistencia de planta hospedera, esterilización de
insectos machos, mejora genética de enemigos naturales, etc.
Ver vídeo sobre el Manejo Integrado de Plagas: Manejo Integrado de Plagas
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